En un lugar de La Mancha, entre molinos y espectaculares parajes naturales, nace “Los Pozos de Daimiel”. El nombre de esta bodega se crea en homenaje a los pozos fluviales de las cercanías que proveían de agua potable a toda su población. En Motilla de Daimiel se encuentra un yacimiento arqueológico que data de la Edad de Bronce. Aquí se halla el pozo más longevo de la Península Ibérica, con más de 4.000 años de antigüedad.
La tradición agrícola de “Los Pozos de Daimiel” se forja a mediados de la década de los 80, surgiendo como respuesta al incremento de la producción agrícola local y gracias a la riqueza del entorno. Esta empresa del municipio Daimiel, formada inicialmente por 43 socios todos ellos agricultores de la zona, llevó a cabo la construcción de un secadero de maíz y un almacén de cereales. Poco después, su actividad se fue expandiendo con el fin de proveer asistencia técnica y suministros agrícolas a sus socios.
No es hasta el año 1998, cuando se construye la bodega donde se elaboran y comercializan nuestros vinos, iniciativa que nunca hubiera sido posible sin el entusiasmo y dedicación de los viticultores Daimieleños. Uno de los objetivos inmediatos fue recuperar las marcas de vino tradicionales de Daimiel, que a día de hoy comercializamos.